Detrás de cada curva, de cada metro, detrás de cada piedra de cada calle. Se esconde un tesoro. No hace falta destriprar las entrañas de la tierra ni bajar a lo mas profundo de la mina, sólo hay que saberlo ver. No es la RUTA 66 sino la A66. No es la vía de la plata, sino LA RUTA DEL TESORO. Apenas pasados los primeros 150km apareció el primero de ellos en forma de AMISTAD. Habían oído hablar de mi locura y quisieron compartirla conmigo, salieron a 300km de mi y a otra hora pero la ruta quiso que nos encontrasemos durante el camino. Hay que ser muy buenos amigos para aguantar mi ritmo de blues con su maquina de cuatro ruedas. Llegamos al Albergue la Estacion, una antigua nave de carga habilitada.
Pasamanos hechos con vías de tren. Puertas de vagones. Techo de chapa. Tipicos relojes de estacion con todas las horas del mundo, de los que no te cansabas de mirar hasta que marcaban la hora de tu tren que te llevara al concierto, y como no, un burro pastando cerca de las vías. Toda mi niñez la pasé cerca de los trenes, y por alguna razón siempre había un burro cerca de las vias.¡Ahí teneis las llaves del albergue y la de vuestra habitación. Estas son las zonas comunes. La tele el dvd y las películas que querais. El ordenador por si quereis navegar. Este es el bar, el grifo de cerveza el Jakc Daniels, lo que bebais lo apuntais y ya os lo cobraré, si no pues uds mismos!. Hay que ser mu cabrón pa engañar a este tío, un grano de azúcar que gaste lo apunto fijo pa pagárselo. ¡Otro tesoro más!. Al 60 a ponerse ciego de presa iberica, vino de pitarra y cervezas, cafelito y pal museo..... (Museo de la Moto de Hervás).Solo el entorno ya acojona, nada cuadrado, solo curvas perfectas. El mirador, la terraza, incluso al que no le guste este mundo cae rendido a sus pies.
Hasta la chatarra y los desechos estan llenos de tesoros. De horas de trabajo, de martillo y de pulido, de espíritu y de pasión. Allí está hasta la derbi campeona del mundo que le robaba a mi padre para irme a motear. Después de tantas sensaciones pal barrio judío a perderse por los callejones y tabernas. A la taberna del CHE en busca de la sidra. a la Vaca Brava en busca de queso y jamon y birras. A la taberna PIRATA en busca de una copa, donde un pirata armado con su guitarra y su armónica llamaba a las puertas del cielo, hasta Bob Dylan habría dicho que hay que tener los guevos como barriles de ron pa cantar de esa manera. Un poco de blues y dormir que mañana hay que volver. Tempranito el amigo Carlos nos trae churros pa desayunar todos juntos, el matrilonio vasco con sus niños, el gallego con los suyos, los colegas madrileños y tres andaluces.
Nos presenta a HIPPI el perro actor que también anda por allí, cuatro años representando la obra los conversos y el perro sabe cuando debe entrar y salir al escenario (más tesoros). Fotos con el burro la burra, el perro, los niños, despedidas y rumbo a casa, donde me esperaba el más valioso de los tesoros. 982km de sensaciones , de sueño cumplido. 982km de tesoros de los que sólo tienes que cerrar los ojos para verlos y todo esto cabe en medio vaso de cerveza, en 125 centimetros cúbicos de LIBERTAD.
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